Lo mejor para evitar que cojan olor es no guardarlas nunca húmedas. Siempre después de usarlas dejarlas en un sitio ventilado a la sombra hasta que se evapore la posible humedad que puedan tener por el sudor o el ambiente.
Y meterlas de vez en cuando a la lavadora con agua fría también es útil. Eso sí, nunca las dejes secar al sol o con calor directo, es malísimo para las gomas.